“Rompo el pan, lo huelo, lo observo y finalmente me lo como. Sencillamente … creo que es un instante mágico. ¿Y cómo lo conseguimos? Es fácil: para hacer un buen pan es necesario entusiasmo, respeto por la profesión, buenas materias primas y mucha, mucha pasión. Cuando crees en aquello que haces, cuando te ilusionas, cuando hay entusiasmo, surge la magia y eso se ve reflejado en el resultado. La dedicación, el compromiso y la pasión por hacer bien las cosas son lo que definen a Turris”.