El día 1 de marzo es Miércoles de Ceniza, pistoletazo de salida por la época de Cuaresma. Por estas fechas, son varias las tradiciones relacionadas con la alimentación, como por ejemplo, los buñuelos de Cuaresma

Durante este periodo, que representa los 40 días que Jesucristo pasó en el desierto, la liturgia cristiana invita a hacer una penitencia simbólica en la que se elimina la carne de la dieta cada viernes. Los buñuelos de Cuaresma endulzan esta época y las mesas de muchas familias durante los días de invierno.

 

Alimentos de Cuaresma

Tradicionalmente, la Cuaresma representa un periodo de ayuno y abstinencia en el que los cristianos se alimentaban de caldos, agua y verdura durante la semana y el séptimo día tomaban también pescado. A medida que han pasado los años, esta penitencia se ha ido relajando y, hoy en día, el grado de abstinencia queda a la elección de cada cual. Perdura, eso sí, la costumbre de sustituir la carne por el pescado durante los 7 viernes de este periodo. Hay también alimentos típicos, como los buñuelos y el bacalao, que han pasado a formar parte de la tradición de estos días.

 

Los buñuelos de Cuaresma

Desde hace años es tradición consumir buñuelos durante esta época del año, especialmente los miércoles y los viernes. El saber popular contextualiza esta tradición en la necesidad de endulzar los días para que la penitencia fuera más llevadera. También recalca su consumo los miércoles y los viernes como representación del Miércoles de Ceniza (inicio) y los viernes, día actual de abstinencia.

El origen de los buñuelos parece que se encuentra en la gastronomía morisca de Al-Àndalus. En los alrededores del siglo XVI, la población elaboraba recetas de origen árabe, como por ejemplo los buñuelos de aguamiel: una papilla en forma de buñuelo freídas con aceite y posteriormente endulzadas con miel. Sea como fuere, este tipo de receta ha ido evolucionando hasta los buñuelos tradicionales de hoy en día, como por ejemplo los de Cuaresma o los de l’Empordà.

Más allá de sus orígenes, los ingredientes básicos para hacer buñuelos eran tradicionalmente harina de trigo, leche, azúcar, huevo y levadura; con los que se hacía una masa que posteriormente se freía en aceite. Actualmente, hay infinidad de variedades para preparar los buñuelos y cada cual puede añadir los ingredientes que más gusten para encontrar la receta perfecta.

En Turris utilizamos harina de fuerza, azúcar, huevo, mantequilla, anís, ron, canela, vainilla y un poco de limón por nuestra fórmula.

 

Otras tradiciones de Cuaresma: el bacalao y la Vieja Cuaresma

Antiguamente, el pescado fresco no llegaba a todas las casas, especialmente si no estaban cerca del mar. Los inconvenientes de transporte y de conservación del pescado hizo que se tuvieran que encontrar soluciones ingeniosas. Las salazones, con el pescado seco y cubierto de sal, permitían alargar y conservar este alimento. Por eso, y para tener un precio asequible para los no tan ricos de la época, el bacalao salado tenía un papel importante en las casas de todos aquellos que seguían la tradición durante la Cuaresma.

En Cataluña, la Cuaresma toma forma de una mujer vieja, con un pañuelo a la cabeza, un cesto con verduras y un bacalao en la mano: la Vieja Cuaresma. Tiene la peculiaridad de tener 7 piernas, una por cada semana de esta época. La tradición popular decía que este personaje iba a casa de los niños que no comían pescado y no cumplían con la abstinencia de la carne y se los llevaba. Los niños que sí comían pescado tenían la oportunidad de cortar una pierna a un dibujo o representación de la Vieja Cuaresma cada viernes, hasta la llegada de la Pascua.

Tanto si sois amantes de las tradiciones, como si sois golosos, podéis disfrutar de la tradición de los buñuelos de Cuaresma a Turris desde finales de enero. Los encontraréis en nuestras tiendas los miércoles, viernes y sábados hasta el mes de marzo.