¿Qué es?

El panettone (panetton) es un dulce tradicional de la gastronomía italiana en forma de cúpula. Se trata de una masa tipo brioche muy suave, blanda y sabrosa. Es el resultado de la combinación de harina, levadura, huevos, mantequilla, azúcar, pasas y fruta confitada.

En los años cincuenta, los empresarios comenzaron a regalarlo a sus clientes como obsequio. Desde entonces se ha ido haciendo cada vez más popular. Ha ido abriendo fronteras, hasta convertirse en un producto típico de las fiestas de Navidad y conocido en todo el mundo.

Cuenta la leyenda…

A menudo nos pasa que, cuando queremos hablar del origen de un plato característico de una cultura o de un postre, nos encontramos con un montón de leyendas y cuentos al respecto. Con el Panettone nos pasa exactamente lo mismo. Desde hace años, para explicar el origen del Panettone se han utilizado diferentes leyendas, dos de las cuales te las contamos a continuación.

Primera leyenda

Según la primera leyenda, el origen del panettone se centra alrededor del año 1490. Cuando un joven aristócrata llamado Ughetto Atellani de Futi se enamoró de la hija de un pastelero milanés. Con la finalidad de demostrarle su amor, se hizo pasar por un aprendiz de pastelero e inventó el pan dulce con fruta confitada y aroma de limón y naranja. El éxito del pan dulce fue tal que, los milaneses comenzaron a acudir en masa a la pastelería para pedir “Pane di Toni”. De aquí el nombre actual de “panettone”.

Segunda leyenda

Una segunda leyenda defiende que el nacimiento del panettone se remonta a la corte de Ludovico el Moro, señor de Milán desde el 1494 al 1500. Como cada año, el conde celebraba una maravillosa y lujosa cena en la Corte Milanesa. Llena de platos copiosos y deliciosos. Toda la cena gustaba a sus invitados, todo parecía salir perfecto, hasta que en el momento de sacar del horno los esperados postres, el cocinero se dio cuenta que se habían quemado. Afortunadamente, el chico encargado de limpiar los platos, tenía en mente utilizar las sobras de los ingredientes para preparar un pan dulce y llevárselo a casa para celebrar la Navidad con su familia. El chico le propuso al cocinero utilizar su panecillo de masa madre y mezclarlo con harina, huevos, azúcar, uvas pasas y fruta confitada. Después de amasarlo varias veces y hornearlo, obtuvo una masa similar a un bizcocho muy suave y dulce. ¡Fue todo un éxito! Al duque le gustó tanto que se dirigió al cocinero en persona para preguntarle el nombre de los postres y la persona que lo había preparado. El joven confesó que todavía no había pensado ningún nombre, así que el señor Ludovico decidió llamarlo “Pane di Toni”, nombre que ha evolucionado hasta “panettone”.

Hoy en día podemos disfrutar de panettones de todas las medidas y sabores inimaginables y deliciosos. Estas Navidades, no lo dudes y acércate a nuestras tiendas Turris. Encontrarás el Panettone de fruta, con el sabor de siempre que tanto te gusta, y el Panettone de chocolate, que seguro que te sorprende. ¡Podrás compartir estas leyendas con los pequeños y los mayores de la casa!