La merienda, una comida importante para pequeños y mayores
¿Por qué es importante merendar?
A medida que nos hacemos mayores, en algunos casos se va perdiendo la costumbre de merendar y se reducen las comidas a 3 al día. Pero eso no debería ser así.
De hecho, dentro de una alimentación saludable se recomienda hacer 4 o 5 comidas a lo largo del día para toda la familia, y una de ellas debería ser a media tarde o la merienda. El reparto calórico entre las comidas podría ser de la siguiente manera:
- Desayuno (o desayuno y media mañana): 25% kcal diarias totales
- Comida: 35%
- Merienda: 15%
- Cena: 25%
Ya ves que, de todas las comidas, la merienda es lo que va asociada a un reparto calórico más bajo, pero esto no significa que no sea importante ni que te la puedas saltar.
¿Qué beneficios aporta la merienda?
La merienda resulta fundamental en el crecimiento y desarrollo adecuado de los niños y niñas. Ellos tienen estómagos muy pequeños, pero, al mismo tiempo, grandes necesidades de energía, lo que significa que necesitan comer poco, pero a menudo; es decir, comer cantidades más pequeñas de comida y con mayor frecuencia que nosotros. Por ello, una correcta merienda aporta a los niños la energía que necesitan para jugar y hacer los deberes después de la escuela, pero tampoco debe ser excesiva para que no pierdan el apetito a la hora de cenar.
Para ti, incluir siempre la merienda entre las comidas del día te permite seguir un hábito tan saludable como repartir la ingesta de alimentos, y así tener más energía para las actividades a realizar durante la tarde sin tener la tentación de picotear alimentos poco sanos o de llegar a la cena con más hambre de la recomendable.
¿Cómo debería ser una merienda?
Lo más importante es que la merienda sea variada, y que no incluya todos los días los mismos alimentos. Eso sí, debes saber qué alimentos son los más adecuados, evitando escoger alimentos con un alto contenido de azúcar, sal y grasas para cada día. Lo mejor es apostar por la fruta, la leche y los bocadillos de toda la vida.
Una merienda saludable puede estar constituida de uno o más de uno de los siguientes grupos de alimentos que te proponemos a continuación:
- Cereales: pan, tostadas, cereales tostados, coca o algún pastel.
- Lácteos: un vaso de leche, un yogur natural sin azúcar añadido, queso o bebidas vegetales, por ejemplo.
- Fruta: fruta fresca o macedonia variada, también algún zumo de fruta natural que podemos preparar en casa.
- Frutos secos: un puñado de nueces, almendras o avellanas, por ejemplo, y mejor que sean crudos o tostados, y sin sal.
Puedes preparar la misma merienda para toda la familia, pero adaptar las cantidades según las edades y la actividad física de cada persona. Por ejemplo, un adolescente que a media tarde vaya a clases de natación necesitará merendar más que un padre o madre, que ya no está en edad de crecimiento, y que no practique tanto ejercicio.
Te proponemos algunas ideas de meriendas
- Bocadillo con pan de espelta Turris con queso y una manzana
- Un par de mandarinas y un yogur natural
- Brocheta de fruta natural
- Bocadillo de chocolate con un plátano y un vaso de leche
- Carrot cake Turris y un puñado de avellanas
- Bol de cereales con frutos secos y leche
- Bocadillo de pan integral Turris con tortilla y zumo de naranja natural
¿Qué te parecen estas ideas? ¿Preparamos una merienda saludable para toda la familia?